Ricky Martin cleans up for an interview with Spain's daily newspaper El Pais.
El artista comenta todo eso con la cara recién lavada, el pelo mojado tras una sesión de fotos en el cuarto de baño, tomándose un cafecito y dispuesto a confesarse a fondo en un hotel de Madrid. Es el nuevo Ricky. Sin medias tintas. Transparente y feliz. Con su libro en la calle y nuevo disco. Mas: Música + Alma + Sexo, en el que cuenta sin ambages su liberación y su antiguo calvario. Un disco que le ha servido para decir hasta aquí en canciones como Basta ya, en el que restan esencias del Ricky eterno, dirigido a los de siempre y a la vez a un nuevo público, el firmamento gay universal.
Las confesiones son directas y muy sinceras, se siente liberado y cómodo al hablar de su presente, de su pasado y de lo que tenga que venir. Ya está harto de esconderse. "Cuando acepto todo, me miro fijamente al espejo y me digo: esta es tu naturaleza, deja ya de pelear, de batallar. Quiérete, ámate… Coño, si yo hubiera gastado las mismas energías en un gimnasio para tratar de dominar una manera de ser, tendría los abdominales más envidiables del mundo".
"Yo sé lo que soy, y soy un hombre gay".
(Google translation)